Hoy estoy muy contenta.
Porque estoy de celebración.
Celebro a las grandes personas que me han acompañado y me acompañan en este viaje que es mi vida.
Una vida inesperada
Una vida que nunca hubiera imaginado. Porque… ¿quién de vosotros se imagina de pequeña, o de joven, que no podrá dar luz a sus hijos?
¿O que los hijos que tanto llegará a amar, como madre, habrán nacido en otro país?
¿Y que, en cualquier caso, que sus hijos tendrán dificultades?
Ciertamente, yo no.
Tampoco me imaginaba que tendría tantas dificultades para aceptar las dificultades de mis hijos y para convivir con ellas.
Ya veis que es cierto que la realidad a menudo es más compleja que nuestra imaginación.
Tampoco podía imaginarme hasta qué punto era una persona limitada.
Limitada en mi visión del mundo, en mi paciencia y en mi autoestima.
Limitada en mi rigidez mental, hacia mis hijos, hacia el mundo y para conmigo misma. No sabía hasta qué punto llegaba yo a ser una Señorita Rottenmeier.
Pero ahora ya no me considero a una persona tan limitada, impaciente o rígida.
Porque mis hijos me han forzado a darme la vuelta como un calcetín.
Las dificultades de nuestros hijos son como sparrings para superar las nuestras…
Un camino incomprendido
Las dificultades de nuestros hijos nos ponen en terreno desconocido.
Y nos dan a conocer realidades que estaban fuera de nuestro radar.
Realidades que ignorábamos y, que por tanto, probablemente no nos movían. Y que, seguro, no comprendíamos cuándo les acontecían a los demás.
Y justo eso nos pasa: nos es difícil sentirnos comprendidas y acompañadas por las familias que no se han encontrado con realidades similares a las nuestras.
Y esto, a la larga, puede crearnos un sentimiento de soledad que… tampoco entraba en nuestros planes
Las dificultades de nuestros hijos nos ponen en terreno desconocido.
Y nos dan a conocer realidades que estaban fuera de nuestro radar.
Realidades que ignorábamos y, que por tanto, probablemente no nos movían. Y que, seguro, no comprendíamos cuándo les acontecían a los demás.
Y justo eso nos pasa: nos es difícil sentirnos comprendidas y acompañadas por las familias que no se han encontrado con realidades similares a las nuestras.
Y esto, a la larga, puede crearnos un sentimiento de soledad que… tampoco entraba en nuestros planes
Con compañeros inesperadosstrong>
Y nunca imaginé que habría personas tan generosas en mi vida.
Personas que me han acompañado en esta transformación, en una relación personal o profesional, y que han ido más allá, mucho más allá, de lo que hubiera sido razonable esperar.
Que nos han mostrado amor y consideración a nuestros hijos… ya nosotros.
Personas que han sido faros y también de parada y fonda en nuestro camino.
Personas que me conectan con la gratitud y belleza de la vida.
A ellas les he preparado este homenaje. A las de mi vida y a las de la tuya.
¡Pasa a la acción!
¿Quienes son tus ángeles de carne y hueso?
Te invito a que les lleves a tu conciencia, que valores todo lo que hacen por ti, y que, al mismo tiempo, seas consciente de lo que tus hijos y tú les aportais.
Te invito a que te abras a la gratitud y que, también, les hagas un homenaje.
Y si te cuesta mucho pedir ayuda cuando lo necesitas… ¡Ponte manos a la obra!
Solicítame una toma de contacto gratuita y hablaremos de ello, para que tú también puedas sentirte acompañada en este camino de la maternidad.
Anna Rosa Martínez
hola@demareamarecoaching.com
Sígueme en las redes sociales. ¡Creemos comunidad!
0 comentarios